Se retiró a los 43 años. En mas de dos décadas, la franquicia no ha superado sus camisetas moradas de los años 90 con rojo, negro y gris, con un raptor rugiendo y botando un balón. El nombre del equipo en letras grandes por el pecho, este colorido esquema que incluye rojo, marrón, negro y blanco, el logo feroz de un oso grizzly con un balón en la pantaloneta. Fue un momento triste cuando el equipo dejara Seattle en 2008. Esperamos que la ciudad tenga una nueva franquicia algún día. Hoy sabemos mucho sobre la II Guerra Mundial: el trabajo de historiadores, escritores, cineastas, donovan mitchell camiseta artistas y periodistas ha servido bien a la máxima de Santayana que exhorta a conocer la historia para no vernos obligados a repetirla. Esta situación se hace dramática, sobre todo, en Campos de Níjar, donde los inmigrantes africanos están condenados a residir en espacios dispersos, puesto que la población autóctona tiene muchas reticencias a tenerlos como vecinos.
El cuarto elemento de la precaria ocupación de los inmigrantes africanos es su escasa capacidad de endeudamiento. Por su capacidad para acercarse al límite de lo que se puede mirar, de lo que se puede decir; al límite mismo de la comprensión de lo que somos y de las consecuencias de nuestros actos. Que rudo. Minnesota busca hacer ruido en una complicada Conferencia del Oeste este año, por ende, el núcleo joven del equipo podría usar ropa intimidate, como bien lo hicieron en su época Garnett y los Timberwolves. Esta es la mejor camiseta que han usado los Milwaukee Bucks, camiseta oficial milwaukee bucks un modelo en verde de cazador con un venado gigante en la zona abdominal y el nombre del equipo que se desvanece de blanco a púrpura. En la encuesta levantada 30 por ciento de los inmigrados afirman que estarían dispuestos a pagar hasta 300 euros mensuales por una casa en buenas condiciones. No le prestamos la atención (o no todos) que merecía una película como ‘Ad astra’.
More Life, antes que los jugadores se quiten sus chaquetas de calentamiento y revelan los uniformes antiguos de los Blazers que Clyde Drexler y compañía convirtieron en icono. Todo ello, sin olvidarnos de 360 Cities, compañía checa también adquirida por Google que proyecta panorámicas de niños tumbados en una plaza de Nepal o el rojizo desierto de Namibia. No necesariamente, México tiene un mercado abierto de gasolinas, lo que significa que el precio final lo determinan las empresas que la venden, por tanto podrán decidir si transfieren, o no, todos los costos. No, y nadie se les acerca. Traigan de vuelta los uniformes en azul, naranja y blanco de los Baltimore Bullets de finales de los 60. Hoy en día, se les llamaría las camisetas «Manos arriba, no disparen» por las manos alzadas de las L de «Bullets». Les presentamos los uniformes inspirados en el Mardi Gras estilo «NOLA» que el equipo anteriormente conocido como New Orleans Hornets vistió hace varios años, cuando Chris Paul seguía siendo protagonista en el equipo que lo tomó en el draft. Es difícil imaginar que la gente de Nueva Orleans no se sienta complacida con un regreso de estas camisetas moradas, verdes y doradas, especialmente el próximo febrero.
Pero, en un segundo lugar muy cerrado, seguramente están las rayas en uniformes vestidos por el Orlando Magic en 1990. ¿Hay una pareja con mayor actitud en la historia de la NBA que Shaquille O’Neal y Penny Hardaway? Un Allen Iverson sin crinejas, un tatuaje apenas y «SIXERS» en el pecho de una camiseta brillante (junto a sus Reebok Questions rojo y negro, obviamente) es todo un icono. ¿Cuál puede ser la mejor camiseta retro para una franquicia con apenas 15 años de vida y que dio su nombre original a otra ciudad? Mientras tanto, es apropiado que Nike y el Thunder rindan sus respetos a las raíces del equipo. No obstante, a mediados de la década de los 90, el equipo agregó un toque agradable de negro a sus camisetas de visitante, vestidas por incontables Knicks, como Patrick Ewing, John Starks, Charles Oakley, hasta Allan Houston y Latrell Sprewell. Durante la campaña inmediatamente posterior a sus dos campeonatos consecutivos en 1994 y 1995, usando los legendarios uniformes rojos, amarillos y azules (los cuales son aún utilizados por el equipo frecuentemente), los Houston Rockets cambiaron todo con un esquema de color totalmente diferente, vestidos por su trio de miembros del Salón de la Fama, conformado por Clyde Drexler, Charles Barkley y Hakeem Olajuwon.
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